lunes, 24 de marzo de 2008

Juliana

Tratando de escuchar la vieja melodía del silencio, Juliana se durmió. La melodía jamás se oyó. El mundo de lo sueños poco le deparó a esa pobre chica que con cierto esfuerzo intento cerrar los ojos esa noche.
Nada la sujetó a su cama esa mañana. Ella simplemente se quedo ahí. Nadie le rogó que permaneciera en ese cuarto. Ella nunca se fue.
Nadie la escucho decir adiós.

Soñaste durante años con algo que no recordas ni siquiera vos. Luchaste durante horas contra algo que ya no importa. Pensaste eternidades acerca de eso que hoy por hoy es un olvido.

Juliana, jamás nadie supo la gracia que guardabas dentro. Juliana, cuanto me duele pensar que a tu lado podría haberme perdido en el mar de sinsentidos que despertaste en tu entorno vacío siempre que, sola en ese cuarto, sonreías. Juliana, cuanto más me desgarra saber que esa sonrisa solo la conoce esa habitación donde una mañana decidiste que este mundo no era para vos. Juliana, quiero saber quién fuiste y por qué escribo tu historia sin indicios de de ese trozo de realidad perfecta y divina que eras. Juliana, que de todos los mortales me elegiste a mi para contarle al mundo que un día un ángel sin alas caminó las calles de la sombría Buenos Aires.

Tus días de primario sucedieron como todos pueden esperar. Nunca hiciste lo que no era debido. Nunca lo creíste necesario. Todos te admiraban en silencio. Nadie jamás te lo hizo saber.

Juliana, que terminaste tus días bailando una melodía secreta con la amargura hasta que tu cuerpo se desarmaba y nadie te vio. Juliana, que un día apareciste en un sueño y me subiste contra mi voluntad a un ascensor que nos elevó al imperio de lo indecible junto a otros cómplices que me dijeron que ahí estaría mejor. Juliana que con tus dedos de hielo encendiste la llama que me arde en lo mas frío del espíritu. Juliana, que te fuiste antes de que te encontrara y jamás me enseñaste el lenguaje para hablarle a un ángel. Juliana, que con tus ojos borraste esa ilusión de sonrisa que se dibuja en el rostro de la amarga Buenos Aires.

Tu segundo escalón en la vida te asestó un golpe del que nunca te pudiste recuperar. Fue ahí cuando te esfumaste poco a poco hasta ser lo que fuiste; un fantasma tangible para todo el que quisiera acerarse.

Juliana, que te escapaste a esa tierra que nadie más encontró y te enamoraste del silencio. Juliana, que hiciste reír a un hombre poco antes de partir y se despidió con una sonrisa por tu culpa. Juliana, que nunca pudiste quitarte esas manchas que tenés por haber abrazado a un cara sucia en medio de un frenesí en el que nadie te vio. Juliana, que sentaste a comer a Dios y al Diablo en la misma mesa y dejaste que la única conversación fuera el sonido de tu risa. Juliana, que agraciaste la vida de todo el que posó su mirada en tu figura caminando por las calles de la brutal Buenos Aires.

Te compraste tu primer traje de oficina. Te escapaste sola a ese departamento entre una calle sin nombre y otra que no recuerdo. Llenaste los dos lugares con tu alma. Todos fueron imperceptiblemente más felices al lado tuyo, pero no se dieron cuenta.

Juliana que me llamaste. Juliana que me despertaste. Juliana que me sedujiste. Juliana que me abriste la puerta. Juliana que me dejaste. Juliana que volviste. Juliana que tomaste mi mano. Juliana que me acariciaste. Juliana que me susurraste al oído palabras que no existían. Juliana que me abrigaste. Juliana que me encontraste. Juliana que me enseñaste. Juliana que me atormentaste. Juliana que me dormiste. Juliana que me alegraste. Juliana que me hiciste llorar. Juliana que me alojaste. Juliana que me abrazaste. Juliana que me refugiaste. Juliana que te fuiste sin avisar, esa noche que yo caminaba solo por las frías calles de una oscura Buenos Aires.

martes, 4 de marzo de 2008

Ciudades

Hoy empecé a leer un libro de Italo Calvino en el que narra, en papel de Marco Polo, como son las ciudades que visitó, asociandolas a distintos aspectos de la vida (memoria, deseos, signos...).
Parece un desafío interesante. Voy a intentar (solo intentar) contar un poco de las ciudades que vi en el noroeste argentino (ALERTA! Es posible que en nuevas visitas estas descripciones cambien) de esa manera tan particular. Quiza suba, despues, algunos de los textos que leí de el.
-SALTA-
Rodando hacia el norte, luego de aproximadamente un día se encuentra uno con Salta. El que viene del sur, encontrará, en una porción de suelo accidentada. Alli , de blancos muros de piedra, se encuentra Salta. Enormes techos rojos cortan la vista y el verde decora distintos rincones al azar. A pesar de poder verla de principio a fin cuando un esta arribando, la sensación de inmensidad hace pensar que no hay quien haya podido recorrer todas sus esquinas.
Quien la piensa urbana, notara el verde de los arboles y los parques que se abalanzan sobre los mas desprevenidos. Quien la crea rural, quedará atrapado en su arquitectura. Quien la crea local chocará con sus letreros en otros idiomas para los viajeros. Quien la crea extranjera, vera la argentina en los ojos de su gente.
El blanco de sus casas inundan el alma del viajero. Un anciano en la calle sonríe y asiente en gesto de complicidad. Algún viejo arbol le anunció la llegada de un nuevo caminante. Otros cruzan apurados para llegar a algun lugar que el peregrino nunca sabrá.
El viajero levanta su mirada y a pesar de haber llegado solo, ve que otros como él estan en iguales condiciones.
Puerta de entrada y promesas, la ciudad suspira aires de paz. El viajero decide su proximo destino. Su espalda, por algun motivo, dejó de pesar en algun momento en el que no se dio cuenta.

lunes, 3 de marzo de 2008

Ese llanto en el olvido

Cuentan muchas cosas hoy por hoy, pero nadie se detuvo a contar la historia de esa pobre joven que lloraba en la estación de tren Ing. Pablo Nogués.
Ni yo se porque cuento esta historia. Y es que no fue mas que un capricho de lo efímero, un grano de arena en una playa, uno instante en 19 años que el tren se detuvo y la vi llorando. Sola. Esperando algún otro tren, o a alguien que bajara de ese que iba con detsino a retiro a las 12:30 desde Villa Rosa.
Puede que haya perdido algo que le era querido. Puede que encontro en los brazos de otra a ese que ella le había dicho te amo. Puede que sus estudios no iban tan bien como se esperaba y no soportaba la presion. Puede que se haya dado cuenta que era un hombre en el cuerpo de una mujer. Puede que haya estado tratando de llegar al hospital y sus dolores eran insostenibles. Puede que indicios de miseria en cada linea de su cara hayan decidio danzar en lo mas profundo de su ser con un frenesí violento que la hiciera sentir el dolor de años de injusticias en un solo segundo. Puede que haya sentido una repentina culpa por el daño que haya causado alguna palabra suya en tiempos pasados, cuando aun no era conciente del poder con el que dañan las palabras. Puede que haya estado pasando por ese instante en el que la vida del ayer hasta el hoy parece haber sido en vano. Puede que la tierra en sus ojos le hubiera causado una molestia y la obligara a llorar silenciosamente. Puede que el estoicismo que mantenía frente a la crueldad haya cedido en una ultima batalla que lo aniquiló por completo. Puede que haya sido superada por la situacion de tener que decirle a su madre que esa remera que le habia comprado en verdad no le gustaba. Puede que el futuro aterrador le haya mostrado una cara aun mas espantosa de lo que ella había imaginado. Puede que haya empatizado en exceso por algun error menor de otra apersona a ala cual, seguramente, dicho error poco le importaba.
El tren seguía andando. a mi izquierda veía un riel oxidado y viejo que ya no se usaba. Un poco mas lejos, futuros tevez jugando una final mundial con una pelota de trapo en una cancha irregular.
Quiza alguno de ellos llegue muy lejos. Que feliz se va a sentir cuando recuerde esta final que está jugando tan apasionadamente.
Otros, seguramente, tendrán hijos antes de lo esperado; conseguiran el empleo que puedan y los manetdrán.
Algunos quiza roben cuando tengan edad para entender el aterrador poder de un arma y el valor que se le suele dar a la vida humana.
Poco despues un hombre me alcanza una foto. Es una nena muy chiquita la que se ve. Esta vestida de blanco y es hermosa. Del otro lado de la foto, el hombre me informa que es su hija y tiene leucemia. Me pide una ayuda. Le doy una moneda. Me lo agradece. Le sonrío levemente y asiento con la cabeza. El hombre sigue buscando mas manos que lo ayuden. Quizá tenga suerte. Quiza, a pesar de la suerte, esa chica ya haya muerto o lo está haciendo al tiempo que yo escribo esto.
Lentamente el tren frena. Esta llegando a su destino inicial. avanzo a pesar de todo lo que habia ocurrido a su alrededor. Habia un destino, y el tren debía llegar allí. A tiempo.
Y quiza la chica siguió llorando toda la tarde. Y quizá lo siga haciendo ahora, al tiempo que maldice a dios, al destino, o a alguien por la suerte a la que se ve ligada. Y quiza se angustie de pensar que el futuro no depara mas que soledad. Sabrá alguna vez que alguien escirbió sobre su dolor?
Bajo del tren. A unas cuadras del lugar esta mi trabajo. Al final del día olvido todo. Y nunca supe por que lloraba.

Volver...

Y pasa a menudo que uno vuelve a pesar de que es evidente que el retorno no es deseado.
Asi me pasó a mi. Añora uno la libertad, la obtiene por un lapso corto y vuelve a encerrarse en su carcel para recordar y esperar ansiosamente ese proximo atisbo de libertad que llegara ni mas ni menos que un año despues.
En principio un puñado de edictos y principios basicos de una sociedad en la que uno no cree indican que es lo correcto; porque A, B, y ¿por qué no? tambien C.
Si, a menudo uno se conforma con esas razones y limita sus infinitas posibilidades a principios similares que no hacen mas que acumular en la garganta un grito ahogado que algún dia optará por salir. quiza sea la primer piedra que descencadene una avalancha de gritos oprimidos y sea el comienzo de algo grande. Quiza, sea un suspiro en la inmensidad de todo lo que nos rodea, quiza en algun lugar aislado donde solo la madre tierra lo oiga. Quiza (y muy posiblemente) ese grito muera en la garganta del portador: ansiando salir, deseoso de quebrar todas las barreras que lo retienen, impaciente por mostrarse tal y como es, pero a fin de cuentas, con una fuerza inmensa que lo oprime mas alla de lo que su voluntad pueda enfrentar.
¿Y que somos sino un enrome rejunte de fracasados? Un equipo de la D nacional que está ultimo en el certamen y por eso dejo de soñar con ser campeon del mundo.
¿Que somos sino un conjunto de locos facsinados que actuamos como cuerdos entre nosotros creyendo somos los unicos desequilibrados? Esos que vieron al rey pasear desnudo por las calles y dijeron "Que atuendo tan osado", porque creyeron la mentira de que solo los inteligentes podían ver el nuevo vestido del rey.
¿Que somos, diganme por favor, sino un lobo solitario en una noche de luna nueva, corriendo desesperado para encontrar alguien que reciba su aullido lleno de angustia?
Que somos... Quizá seres humanos, ni mas ni menos. Criaturas celestiales, creadores de tormentos y alegrias, infiernos y paraisos, fantasias y realidades. Que somos, sino hechizeros que se limitan a trucos de feria... ¿Que somos?
Ni mucho que la respuesta va estar escrita en ningún lado (y menos este sitio). Mas preguntar a veces es mas necesario que responder. Ni mucho, creo que estas preguntas son mejores sin respuesta.

SLT